Sep 03, 2024
En un emocionante avance en el mundo de la navegación, los llamados "barcos voladores" están tomando los mares de manera espectacular, siendo comparados con los icónicos autos de Fórmula 1 en términos de velocidad, innovación y adrenalina.
Desde hace años, y anualmente vemos nuevos barcos o embarcaciones cada vez más novedosas. Por ende, desde 2014, podemos presenciar la Foiling Week, con el objetivo es promover la navegación con 'foils' (embarcación 'modo vuelo') y hacerla más segura, accesible y sostenible.
Hay diferentes modelos de barcos que pueden ser considerados “barcos voladores”. Se podría decir que los más populares son los AC75, que son los que disputan la Copa América. Sin embargo, hay otros también conocidos comos los IMOCA, catamaranes como los que participan en SailGP, los F50 o los monocascos que también hacen uso de foils.
Estos barcos se destacan por sus características innovadoras y avanzadas tecnologías que les permiten elevarse sobre el agua y navegar a velocidades extremadamente altas. Todos estos tienen unas características similares:
Una característica distintiva de los barcos voladores es la incorporación de hidroalas o foils. Estas estructuras aerodinámicas en forma de ala se extienden desde el casco y generan sustentación cuando el barco alcanza una velocidad suficiente.
La sustentación permite que el barco se eleve sobre el agua, reduciendo la fricción y permitiendo una navegación más rápida. Losfoils son esenciales para mantener el equilibrio mientras el barco se desliza sobre el agua.
Los cascos de los AC75 están diseñados para bascular o inclinarse hacia arriba fuera del agua cuando el barco alcanza suficiente velocidad. Esto reduce significativamente la resistencia del agua y permite que el barco se eleve completamente sobre las hidroalas.
Los AC75 y otros barcos voladores son conocidos por sus velocidades extremas. Pueden navegar a velocidades que superan los 50 nudos (aproximadamente 93 kilómetros por hora), lo que los convierte en algunas de las embarcaciones más rápidas en el agua.
Para proteger a la tripulación de las altas velocidades y las salpicaduras de agua, muchos de estos barcos cuentan con cabinas cerradas que brindan seguridad y comodidad a los navegantes.
Este tipo de embarcaciones utilizan sistemas avanzados de control, incluidos sensores y sistemas electrónicos, para monitorear y ajustar la posición de las hidroalas, la velocidad y la dirección.
Por lo tanto se requiere de una coordinación precisa para mantener el vuelo y evitar accidentes.
El diseño de estos barcos se asemeja más al de un avión que al de un barco tradicional. Son diseñados con formas aerodinámicas que reducen la resistencia al aire y al agua.
Un buen trabajo aerodinámico permite que el barco se mueva más eficientemente a través del agua y también ayuda a generar la sustentación necesaria para volar sobre las hidroalas.
Los barcos voladores como los AC75 se utilizan en competencias de élite como la Copa América, donde equipos de navegantes altamente capacitados compiten en carreras emocionantes y altamente técnicas. Estas competiciones las comentamos a continuación.
Nicolás Bailey, del equipo Alinghi, lo explica en una entrevista a El Periódico:
Estos barcos utilizan una tecnología avanzada con foils, que son como alas de avión, para levantar el casco por encima del agua. El objetivo principal es reducir la fricción, permitiendo que el barco navegue a mayor velocidad. Tenemos dos alas principales que elevan el barco, y un timón que estabiliza el cabeceo de la embarcación, parecido a cómo un estabilizador trasero funciona en un avión.
La función de los foils no es solo levantar el barco, sino también reaccionar a la fuerza de las velas. Como no contamos con quillas pesadas bajo el agua, es el foil el que asume esta carga aerodinámica. Además, durante las maniobras, solo uno de los foils está en el agua en un momento dado; el otro se sumerge cuando cambiamos de lado y levantamos el anterior.
Las reglas nos permiten utilizar hasta tres foils, pero todos deben partir de un diseño base con pequeñas modificaciones. El desafío está en mantener el barco lo más cerca posible del agua sin tocarla, lo cual requiere un control extremadamente preciso. Perder el timón, que es crucial para la estabilidad, es algo que queremos evitar a toda costa.
El tamaño de los foils influye directamente en la capacidad del barco para despegar a bajas velocidades: cuanto más grandes, más fácil es; cuanto más pequeños, más tiempo tarda el barco en elevarse. Los barcos están diseñados para poder despegar a partir de los 6,5 nudos, ya que por debajo de esa velocidad no hay regata.
Toda la energía para operar las velas se genera manualmente. Tenemos un equipo de ocho personas, de las cuales cuatro se dedican exclusivamente a generar esta energía. Esto es un trabajo constante, ya que los actuadores que mueven las velas dependen de la presión generada por el equipo, y la capacidad de almacenamiento de energía es limitada.
Finalmente, aunque desde fuera pueda parecer que estos barcos son estables, la realidad es que son extremadamente inestables y difíciles de manejar. No hay piloto automático, y todo depende de la habilidad y la coordinación de la tripulación, que hace parecer fácil algo que es, en realidad, un reto constante.
La Copa América es una de los eventos deportivos más prestigiosos y antiguos de la historia. Esta competición se lleva a cabo cada varios años y atrae a equipos y navegantes más talentosos del mundo. La Copa América es una regata de 1 contra 1 donde el club que posee la copa la defiende ante el club que lo reta.
La Copa América no es únicamente una competición de vela. También es, una competición tecnológica entre países. La organización exige que la tecnología incorporada en la embarcación debe ser propia, dentro de la clase de embarcación seleccionada. En esta nueva edición que se disputa próximamente, es la AC75. El barco del defensor como el del desafiante deben ser diseñados y construidos íntegramente en el país que lanza el desafío.
Una de las reglas que hacen esta regata única entre los barcos voladores es la que permite que tanto el defensor como el retador puedan establecer, por mutuo acuerdo, aspectos como la fecha, los tiempos, reglas, es decir, cualquier condición para la regata. Como novedad, esta edición de 2024, el equipo neozelandés (equipo defensor) ha propuesto que las embarcaciones que se utilicen en dicha regata sean las propulsadas por hidrógeno.
SailGP es una competición de vela que se disputa en varias localizaciones en todo el mundo cada año. Concretamente, se trata de una competición oficial de catamaranes en la que compiten equipos, actualmente nueve, que representan naciones.
Ahora mismo, se está disputando la cuarta temporada. En total son 11 carreras y se corona a un ganador general de la temporada, que es aquel que suma más puntos en total por los resultados obtenidos en las diferentes carreras disputadas en la temporada.
Las embarcaciones estilo barcos voladores que se utilizan en esta competición son los catamaranes F50, que pueden alcanzar velocidades de hasta 100km/h, por lo que se le considera uno de los veleros más rápidos del mundo. En estos F50, la tecnología juega un papel esencial. Cada elemento incorpora miles de sensores que ofrecen una información concreta y al instante sobre el comportamiento de la embarcación. Todos estos datos son utilizados para tomar determinadas decisiones.
Se trata de un circuito abierto para cualquier persona con ganas de competición, velocidad y carreras ajustadas. Esta copa y campeonato europeo está compuesto por 6 Grandes Premios en 6 lugares diferentes.
Cada Gran Premio se compone de cuatro días de competición con un máximo de seis carreras por día, en diferentes campos de regatas. El trofeo de la temporada se otorgará al equipo que obtenga la mayor puntuación de sus cuatro mejores resultados.
La clase 69F es una embarcación de última tecnología que "vuela" por encima del mar gracias a sus hidrofoils. Es el mismo tipo de barco que los actuales Copa América pero a escala reducida.
Desde la última Vendée Globe y en esta última edición (recién terminada) de la Ocean Race, se han añadido una nueva clase de embarcación que participan en dichas competiciones. Estamos hablando de los barcos de clase IMOCA.
Los monocascos IMOCA ya se conocían desde hace bastantes años, sin embargo, recientemente se han añadido estas hidroalas a estos barcos voladores por lo que son mucho más rápidos y competitivos para regatas de larga duración. Con esta novedad tecnológica estas embarcaciones han podido aumentar la velocidad hasta en 15 nudos con respecto a los que no tenían esos “foils”.
El Campeonato del Mundo de Moth es una regata internacional anual de vela para Moth (vela ligera). Este campeonato es organizado por el club anfitrión en nombre de la Asociación Internacional de la Clase Moth y reconocido por World Sailing.
La clase de barcos Moth es conocida por su velocidad y capacidad de foiling. Los Moths son pequeñas embarcaciones de un solo tripulante, y el Campeonato Mundial de Moths es una de las principales competiciones para esta clase de barcos.
En conclusión, los barcos voladores representan un emocionante avance en la tecnología marítima que está y seguirá revolucionando la industria naval y la navegación deportiva. Al combinar la innovación de los foils con la capacidad de elevarse sobre el agua, estos barcos ofrecen velocidades impresionantes, eficiencia energética mejorada y un nuevo nivel de emoción y desafío para los navegantes.