Sep 12, 2024
La Copa América de Vela, la competición más antigua y prestigiosa del mundo, ha experimentado múltiples avances en sus métodos y tecnologías a lo largo de los años. Uno de los desarrollos más disruptivos ha sido la integración de los cyclors, un término que describe a ciclistas especializados cuya función es proporcionar potencia mecánica para la operación de los barcos de alta tecnología que compiten en esta regata.
Son deportistas de élite, principalmente provenientes de disciplinas como el ciclismo, el remo y el triatlón, que han sido incorporados en el diseño de los AC75, los barcos utilizados en la Copa América. Su tarea es generar potencia hidráulica mediante el pedaleo en bicicletas estacionarias especialmente adaptadas a bordo del barco. Esta energía se canaliza para accionar sistemas críticos como el control de las velas y los hidroalas, los cuales son esenciales para que los yates alcancen velocidades superiores a los 100 km/h utilizando únicamente el viento como fuente de energía.
El cambio de los tradicionales "grinders", que utilizaban sus brazos para generar energía, a los cyclors, que emplean sus piernas, se debe a un aumento considerable en la eficiencia. Las piernas humanas tienen la capacidad de producir mucha más potencia que los brazos, lo que proporciona una ventaja competitiva decisiva en una carrera donde cada fracción de segundo es crucial.
La tecnología aplicada a los barcos de la Copa América ha alcanzado un nivel donde cada aspecto del diseño se optimiza al máximo. Los AC75 son embarcaciones altamente avanzadas, diseñadas no solo para navegar con gran rapidez, sino también para "volar" sobre el agua mediante hidroalas. Para que esto sea posible, los barcos requieren una cantidad masiva de potencia hidráulica que permita ajustar las velas y los foils en tiempo real.
La utilización de cyclors responde a esta necesidad, aprovechando la capacidad de los ciclistas para generar más de 500 vatios de potencia de manera continua durante largos períodos. Esta energía se almacena en acumuladores y se utiliza para mover los elementos hidráulicos, mejorando el rendimiento general de la embarcación.
SRAM, una empresa líder en componentes de ciclismo, ha jugado un papel clave en la adaptación de la tecnología ciclista para su uso en estos barcos. Entre los aportes de SRAM están los sistemas de transmisión optimizados para mejorar la eficiencia de conversión de la energía producida por los cyclors, asegurando que la mayor cantidad posible de potencia llegue a los sistemas hidráulicos.
El rol de un cyclor no solo requiere de fuerza, sino también de resistencia y capacidad de recuperación. Los atletas seleccionados para ocupar estos puestos pasan por un riguroso proceso de evaluación que incluye pruebas de potencia máxima, donde se mide su capacidad para generar altos vatios durante intervalos específicos.
Según Ben Day, entrenador de rendimiento del equipo American Magic, los cyclors deben ser capaces de generar más de 1000 vatios en esfuerzos máximos de 30 segundos, así como mantener 420 vatios durante esfuerzos prolongados de 20 minutos.
Además, su entrenamiento incluye programas de fuerza y acondicionamiento físico enfocados no solo en la mejora del rendimiento, sino también en la prevención de lesiones. Dado que los competidores deben mantener esfuerzos máximos repetidos durante toda la carrera, la capacidad de evitar la fatiga y recuperarse rápidamente entre maniobras es un factor decisivo.
Uno de los principales desafíos que enfrentan los cyclors es la necesidad de mantener un rendimiento constante bajo condiciones de máxima exigencia física. A diferencia de otros deportes donde hay tiempo para la recuperación, las carreras de la Copa América pueden durar hasta 25 minutos, durante los cuales los estos deportistas deben generar potencia de manera continua para asegurar el control óptimo de la embarcación.
La capacidad de soportar el sufrimiento es una característica crucial para estos atletas. Muchos de los cyclors provienen de deportes como el ciclismo de resistencia, el remo o el triatlón, donde el dolor físico es un componente habitual de su entrenamiento. Esta capacidad mental y física para seguir adelante a pesar de la incomodidad extrema es lo que diferencia a los cyclors de otras modalidades.
La introducción de los cyclors ha revolucionado la forma en que los equipos compiten en la Copa América. Este enfoque, que combina la ingeniería de precisión con el rendimiento humano máximo, ha permitido que los barcos alcancen velocidades y maniobrabilidad sin precedentes.
A medida que se desarrollan nuevas ediciones de la Copa América, se espera que la tecnología y los métodos de entrenamiento continúen evolucionando, abriendo la puerta a futuros avances en el rendimiento náutico.
Equipos como American Magic y Luna Rossa ya han comenzado a implementar programas de desarrollo específicos para cyclors, buscando atletas que no solo tengan la capacidad física para generar grandes cantidades de energía, sino que también puedan adaptarse a las demandas técnicas de la competición.
La introducción de los cyclors en la Copa América de Vela ha revolucionado el rendimiento de las embarcaciones, maximizando la eficiencia mediante el uso de la potencia humana. Estos atletas especializados, capaces de generar enormes cantidades de energía bajo condiciones extremas, han optimizado el control de los barcos y permitido alcanzar nuevas velocidades. La combinación de tecnología de vanguardia y esfuerzo físico asegura que estos deportistas jueguen un papel clave en el futuro de la competición, marcando un antes y un después en la navegación de alta competición.