Accidentes en la historia de la Ocean Race

La Ocean Race está diseñada para ser extremadamente desafiante, con las tripulaciones navegando a través de algunos de los océanos más difíciles y condiciones meteorológicas impredecibles, lo que agrega un componente significativo de riesgo y estrategia.

Es por eso que, a lo largo de su historia, la competición ha experimentado varios incidentes y accidentes, algunos de los cuales han tenido un impacto significativo en las tripulaciones y en el desarrollo de la carrera.

1973-1974

La primera edición de la Whitbread Round the World Race, antecesora de Ocean Race, experimentó condiciones extremadamente difíciles en el Océano Austral.

El éxito de "Sayula II" en 1973-74 ha quedado como un hito en la historia de la vuelta al mundo en vela y sigue siendo recordado como un ejemplo de superación y valentía en el mundo de las regatas oceánicas.

La tripulación del Sayula II tuvo que enfrentar tormentas severas y uno de sus tripulantes, Ramón Carlin, un empresario y navegante mexicano, sufrió una grave lesión en la cabeza.

1989-1990

"The Maiden" era un barco único en esa edición, ya que estaba liderado por una tripulación mayoritariamente femenina, dirigida por Tracy Edwards.

Durante la segunda etapa de la regata, esta embarcación se encontró con problemas graves. El barco chocó con una ballena en el Océano Sur, lo que resultó en daños significativos en el casco y la quilla. A pesar del impacto, la tripulación logró realizar reparaciones temporales y continuó en la regata.

Este incidente destacó la dureza y los desafíos impredecibles que pueden surgir durante una regata oceánica. La tripulación demostró resiliencia y determinación al continuar en la competición y completar la vuelta al mundo.

Este equipo femenino se ganó el respeto y la admiración en la comunidad de la vela y contribuyó a cambiar las percepciones sobre las mujeres en el deporte de la navegación oceánica. Fue tal el hito que 30 años después realizaron una película documental.

2005-2006

Durante la edición 2005-06, el barco "ABN AMRO Two" experimentó la pérdida de su mástil. Este incidente ocurrió durante la etapa final de la regata, en la aproximación a la costa de Suecia.

El equipo "ABN AMRO Two" lideraba la etapa y estaba en una posición favorable para ganar la regata en general cuando el mástil del barco se partió. A pesar de este contratiempo significativo, la tripulación logró manejar la situación de manera segura y profesional. Después del incidente, se llevaron a cabo esfuerzos para asegurar la tripulación y el barco, y se tomaron decisiones tácticas para continuar en la regata.

Aunque el equipo no pudo mantener su posición líder después del percance, su manejo competente del incidente y su capacidad para seguir compitiendo reflejaron la resiliencia y el espíritu competitivo que son característicos de las regatas de vuelta al mundo.

2014-2015

En noviembre de 2014, la tripulación del Team Vestas Wind fue rescatada luego de que su embarcación encallara en un arrecife en el océano Índico, lo que requirió su evacuación.

A pesar del percance, los nueve miembros del equipo se encuentran en buen estado y no se reportan heridos tras el incidente. El Volvo Ocean 65 de la tripulación chocó contra el banco de Cargados Carajos, cerca de Isla Mauricio.

Durante un período prolongado, la tripulación permaneció a bordo del barco mientras este era azotado por las olas y quedaba inmovilizado en el arrecife, con la proa mirando hacia el océano.

Se registraron daños en las palas del timón y una vía de agua inundó la popa, pero esta última pudo ser sellada gracias a los mamparos que permiten contener la entrada de agua.

Después de meses de esfuerzos de recuperación y reparación, "Team Vestas Wind" regresó a la regata en la octava etapa, participando en las últimas etapas de la competición. Aunque el equipo no estaba en la clasificación general debido al tiempo perdido, su regreso a la competición fue recibido con admiración y respeto por su determinación y espíritu competitivo.

2017-2018

Durante la edición 2017-18, vivimos sin duda uno de los peores sino el peor accidente de la historia de la Volvo Ocean Race. El navegante británico John Fisher, miembro del equipo "Scallywag", sufrió un trágico accidente. El incidente ocurrió el 26 de marzo de 2018, durante la séptima etapa de la regata, que iba de Auckland, Nueva Zelanda, a Itajaí, Brasil.

En circunstancias aún no completamente aclaradas, Fisher cayó por la borda aproximadamente a 1,400 millas al oeste del Cabo de Hornos, en el extremo sur de América del Sur. A pesar de los esfuerzos intensivos de búsqueda y rescate, no se logró localizar a Fisher, y posteriormente se confirmó su pérdida en el mar.

El equipo "Scallywag" y la Volvo Ocean Race expresaron su profunda tristeza por la pérdida de John Fisher. Este trágico incidente destacó los riesgos significativos asociados con la navegación oceánica en condiciones extremas y subrayó la importancia de la seguridad en este tipo de competiciones.

2022-2023

En esta pasada edición, concretamente en junio de este año (2023), se produjo una colisión entre dos embarcaciones. El equipo GUYOT environnement - Team Europe impactó de manera significativa con el 11th Hour Racing Team después del inicio de la séptima etapa.

Según las investigaciones iniciales, parece que El Guyot perdió el control de su embarcación, siendo el equipo responsable del accidente. En declaraciones recogidas por 'Europa Press', Benjamin Dutreux, líder a bordo, admitió el error.

Charlie Enright, el patrón del equipo contrario, describió la situación desde su perspectiva: "Viramos en el Layline de la cuarta baliza, de forma limpia y despejada... Éramos el barco con derecho a paso. El impacto fue muy contundente, tenemos mucha suerte de que estén todos bien".

Afortunadamente los daños causados por el choque no han ido más allá de los materiales. Todos los tripulantes de ambos barcos salieron ilesos.

Todos estos accidentes en las ediciones de la Ocean Race subrayan la naturaleza extrema y los riesgos asociados con la navegación en aguas oceánicas durante una vuelta al mundo. A lo largo de los años, la seguridad de los participantes ha sido una prioridad constante, y la tecnología y los procedimientos de seguridad han evolucionado para minimizar los riesgos.