El barco robot sin tripulación bautizado como Mayflower en honor al histórico navío que cruzó el Atlántico hace 400 años ha completado el viaje desde Plymouth hasta Halifax.
El Mayflower Autonomous Ship (MAS) recorrió 2.700 millas (4.400 km) desde Plymouth (Reino Unido) hasta Halifax, en Nueva Escocia (Canadá). Debía ir a Massachusetts, en Estados Unidos, como el Mayflower original; sin embargo, se decidió que el barco robot iría a Canadá para investigar los problemas que sufrió mientras estaba en el mar.
Al igual que el barco robot de la IA también tuvo complicaciones, el Mayflower sufrió retrasos, lo que hizo que los peregrinos llegaran en noviembre en lugar de a principios de octubre. Como tuvieron que sobrevivir al invierno sin estar preparados, sólo la mitad de ellos sobrevivió al primer invierno en Plymouth, y fue gracias a la ayuda de los indígenas locales, que les enseñaron a recolectar alimentos, que consiguieron sobrevivir.
El Mayflower fue un barco inglés que transportó a los peregrinos desde Inglaterra al Nuevo Mundo en 1620. Tras 10 semanas en el mar, sus 102 pasajeros y 30 tripulantes llegaron a América, echando el ancla en Massachusetts.
Este barco era una embarcación de 30 m (100 pies) de triple mástil, con velas de lona y una velocidad máxima de tres nudos (6 km/h).
El trimarán, que funciona con energía solar, tiene 15 m de eslora y puede alcanzar una velocidad de 10 nudos (20 km/h). Está gobernado por una inteligencia artificial a bordo creada por IBM que utiliza información de seis cámaras diferentes y más de 50 sensores. Los creadores esperaban dar a conocer la evolución de la tecnología desde que los peregrinos zarparon hacia el Nuevo Mundo.
El barco partió de la costa del Reino Unido el 29 de abril, y se espera que tarde unas tres semanas en hacer el viaje. Esto supone un gran contraste con la travesía del Mayflower en 1620, que tardó más de dos meses. Mientras estaba en el mar, sufrió dificultades técnicas, por lo que se decidió desviar el navío con IA a Halifax para realizar pruebas con el robot.
"La travesía que realizó fue ardua y nos ha enseñado mucho sobre el diseño, la construcción y el funcionamiento de un barco de estas características y el futuro de la empresa marítima" -Director del proyecto, Brett Phaneuf
En la ruta original, el barco impulsado por la IA navegaría hasta Plymouth y luego se trasladaría a Washington DC. Sin embargo, esto se modificó debido a las dificultades técnicas.
Mientras el mundo se prepara para las primeras embarcaciones autónomas, diferentes empresas han realizado varios planteamientos para agilizar la computación de borde de modo que los barcos ya no tengan capitán ni tripulación a bordo. Para ello utilizan la Inteligencia Artificial (IA), un sistema que permite el aprendizaje automático constante, simulando la inteligencia humana en los procesos por parte de las máquinas.
En septiembre del año pasado, Alemania se preparó para el primer viaje autónomo del mundo. También fuimos testigos del ojo de una tormenta gracias a un Saildrone Explorer que se adentró en un huracán. Todos estos avances en la tecnología aumentan la previsibilidad, la seguridad, la eficiencia y la productividad, haciendo más fácil y seguro viajar con buques autónomos.
Según la organización Maritime Unmanned Navigation through Intelligence in Networks (MUNIN), se ahorrará más de 7 millones de dólares en 25 años en consumo de combustible, suministros para la tripulación y salarios. Sin embargo, todavía no es el fin del capitán humano o de la tripulación de a bordo, ya que los cambios se están produciendo de forma progresiva pero lenta.
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